lunes, 5 de agosto de 2013

Como vemos, la Aeronáutica Naval iniciaba su andadura con el optimismo y ganas naturales en toda joven organización que tiene un largo camino por delante. Pero, aparte de todo lo relatado hasta ahora, el año 1921 iba a deparar todavía una importante novedad.
Esa novedad no era otra que una Estación Transportable de Aeronáutica Naval. El Dedalo. De la Revista General de Marina, Mayo de 1.922, en su apartado Notas Profesionales, sobre el Dedalo se apunta: Notas de Aeronáutica.- En los primeros días del mes actual ha hecho pruebas preliminares en Barcelona el vapor Dédalo.

Pertenecía este buque a la serie de los vapores alemanes incautados por el Estado y con el nombre de España número 6 ha venido prestando servicios al Ministerio de Fomento bajo la dirección de una gerencia nombrada «Gerencia de los buques incautados por el Estado.»

Convino al Ministerio de Marina contar con una estación transportable de Aeronáutica naval, necesidad inexcusable para sus servicios, porque la de concentrar los de una Aeronáutica para operar en sitio determinado de un trozo de costa que puede estar alejado de estación aeronaval y mucho más, cuando como actualmente, carece todavía la Marina de establecimientos de esta índole, requiere atender a su aprovisionamiento, reparaciones de todas clases y almacenamientos.
Esta necesidad vino a satisfacerse con la cesión al Ministerio de Marina por el de Fomento, del vapor España nº 6, que desde ese momento tomó el nombre de Dédalo.

Tuvo lugar la cesión en el mes de Noviembre y, entregado el buque a la Escuela de Aeronáutica naval de Barcelona, comenzaron las obras de transformación a mediados de Diciembre.

El estudio, proyectos, sus tramitaciones laboriosas y las obras hasta conseguir la ejecución de las pruebas preliminares el 1º de Mayo, han requerido, pues, un plazo de cinco meses. Todo ello se ha llevado a efecto por las iniciativas y dirección del coronel de Ingenieros navales D. Jacinto Vez y del capitán de corbeta D. Pedro María Cardona.

El Dédalo, mal nombrado portaaviones, en lo que significa tal denominación como unidad de flota, pues carece de las condiciones de velocidad y otras que son indispensables a tales buques, es como antes decimos una estación transportable de Aeronáutica naval.

La parte a popa de la chimenea se destina a aviación e hidroaviación y la de proa a aerostación.

En la primera cuenta con una cubierta alta, de unos 60 metros próximamente, que sirve para verificar el armado de los aparatos, y prolongada con el ascensor que después citamos queda habilitada para despegar de ella algunos aeroplanos especiales como el Parnall-Panther y quizá los Martinsyde, de caza y reconocimiento rapidísimo. A proa de esta cubierta va instalada una grúa capaz para el manejo de los hidros más pesados como los Fiying Boat F. 3. En las demás cubiertas van establecidos los talleres de aviación y los almacenamientos de cascos, alas, etc., teniendo capacidad para conducir de 20 a 25 hidroaviones de los tipos adoptados hasta la actualidad por nuestra Aeronáutica; Flying Boat F. 3, Savoia 13, Savoia 16 y Macchi 18.
Un enorme ascensor permite la subida de estos aparatos a la cubierta de armado para su alistamiento antes de echarlos al agua. A su vez el ascensor, a la altura de las cubiertas de armado como antes se dijo, de la de talleres o de la de hangar constituye una prolongación que puede ser necesaria para las respectivas atenciones.

El almacenaje con seguridad y la conducción de gasolina están debidamente cuidados.

También a popa lleva locales dispuestos para la guarda y conservación de las bombas de aviación con distintas índoles de carga.

La parte del buque destinada a aerostación cuenta con espacio suficiente para conducir dos dirigibles tipo S. C. A. de 1.500 metros cúbicos y dos globos cautivos A. P. de 1.200 metros cúbicos. Como el buque lleva en su proa un poste de amarre para los dirigibles (es una torreta de celosía, como se ve en el grabado), cabe la posibilidad de navegar con uno amarrado al poste y otro preparado abajo; más es éste un punto que sólo la práctica permitirá decidir y hasta será importante considerar la novísima teoría de que el almacenamiento del dirigible inflado abajo puede constituir un remoto peligro, pero peligro a la postre, debido a la influencia de las estaciones radiotelegráficas propias y extrañas.
Unas baterías de botellas de gas hidrógeno y una pequeña fábrica de producción aseguran en forma suficiente el aprovisionamiento de los globos.

Cuenta el buque con gran número de embarcaciones de motor indispensables para las maniobras de las fuerzas aéreas y como elementos de socorro.

Por último, los alojamientos de dotaciones y muy especialmente del personal aeronavegante han sido objeto del solicito cuidado que merece un personal que, dedicado a tan fatigosa y arriesgada profesión, debe contar con elementos de vida que le compensen, en una mínima parte, esas fatigas y riesgos.

Fotografía nº 1: El Dédalo fondeado en Melilla, durante su primitiva campaña en Marruecos. El dirigible SCA se encuentra sujeto al poste de amarre proel, tras volver de una mision de reconocimiento sobre las posiciones enemigas en la bahía de Alhucemas. (Museo Naval. Colección Aguilera). Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 2: Impresionante vista de la parte delantera del Dédalo. Se aprecia la cubierta del dirigible SCA y la especial forma de la chimenea del buque, debido al apagachispas. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1.922.
Fotografía nº 3: El Dédalo con su cubierta libre de aeronaves. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 4: Al final de sus días. Del libro Los Portaaviones Españoles.

Resumen extraído de Los Portaaviones Españoles, escrito por Camil Busquets, Albert Campanera y Juan Luis Coello, y publicado en Vida Marítima

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