lunes, 5 de agosto de 2013

Número de aparatos de la Aeronáutica Naval

 
  • AP – 2 unidades
  • Avro-Cierva C.30A – 2 unidades
  • Avro 504K – 22 unidades
  • Avro 504L – 1 unidad
  • Blackburn T.1 – 2 unidades
  • Blackburn T.3 – 1 unidad
  • CASA III – 1 unidad
  • CASA-Dornier J Wal y R Super Wal – 10 unidades
  • CASA-Vickers Spanish Vildebeest – 27 unidades
  • De Havilland DH.60 – 1 unidad
  • Felixtowe F.2 – 9 unidades
  • Hawker Spanish Osprey – 1 unidad
  • Hispano E.30 – 7 unidades
  • Hispano HS.34 – 1 unidad
  • Macchi M.18 – 16 unidades
  • Macchi M.24 – 6 unidades
  • Macchi M.41 -
  • Martinsyde Buzzard – 12 unidades
  • S.C.A. – 2 unidades
  • Supermarine Scarab -  12 unidades
  • SIAI S.13 – 13 unidades
  • SIAI S.16 – 12 unidades
  • Savoia-Marchetti S.62 – 41 unidades
  • Parnall Panther – 2 unidades

Blackburn T.2 Swift Mk II / T.3 Velos

 Blackburn T.1 Swift Mk II, Escuadrilla de Aviones Torpederos. 1927
En 1922 la Armada estaba tanteando la posibilidad de adquirir aviones torpederos por lo que en octubre de dicho año envió a Gran Bretaña al teniente de navío Vicente Cervera y Jiménez-Alfaro para presenciar las pruebas de vuelo del avión Blackburn T.1 Swift Mk.II que debían celebrarse en Londres durante el mes de noviembre.

El Swift Mk.II era la versión de exportación del Blackburn T.1 Swift, un biplano monoplaza de gran tamaño (14’55 m de envergadura) capaz de lanzar un torpedo Whitehead de 760 kg. El Swift estaba diseñado para poder operar desde portaaviones por lo que sus alas eran plegables hacia atrás.

El informe de Cervera debió ser positivo ya que una Real Orden de fecha 17 de marzo de 1923 dispone la concesión de un crédito de 663.864 pesetas para la adquisición de dos Swift Mk.II a la Blackburn Aeroplane & Motor Cie.

El 27 de agosto de ese año uno de los Swift españoles llevó a cabo una impresionante demostración de lanzamiento de torpedos en el río Humber ante representantes del Almirantazgo, el Ministerio del Aire británico y comisionados de varios gobiernos extranjeros (hay que mencionar que el Swift se exportaría también a EE.UU. y Japón). Al día siguiente se realizarían satisfactoriamente las pruebas de recepción y los dos torpederos serían declarados aptos para el servicio por la Armada Española.

En septiembre ambos aparatos serían embarcados rumbo a Barcelona donde quedarían encuadrados inicialmente en la Escuela de Aeronáutica Naval, aeródromo del Prat de Llobregat. Recibieron las matrículas M-NTBA y M-NTBB. En este aeródromo los instructores británicos convirtieron al nuevo tipo a varios pilotos navales españoles. Los Swift originales eran aviones monoplazas pero al parecer para tareas de enseñanza era posible abrir unas trampillas tras el puesto del piloto donde podía “acomodarse” el instructor. Sin embargo en las fotografías de los Swift españoles se aprecia claramente la existencia de un segundo puesto dotado con parabrisas.

 Blackburn T.3 Velos en el puerto de Mahón
En julio de 1927 se aprueba la adquisición de un tercer torpedero Blackburn. Se trataba de un Blackburn T.3 Velos, un desarrollo del T.2 Dart que a su vez derivaba del T.1 Swift. A diferencia de sus predecesores el Velos había sido diseñado como hidroavión (aunque los flotadores podían ser fácilmente reemplazados por un tren de ruedas). El Velos era un aparato más polivalente que el Swift ya que, además de en tareas de torpedeo podía emplearse como bombardero (4 bombas de 230 lb.) y como aparato de reconocimiento, para lo que disponía de un puesto de observador dotado de doble mando y dos ametralladoras Lewis de 7,95 mm. sobre afuste de anillo Scarff. Junto con el Velos se adquieren dos juegos de flotadores con los que equipar a los Swift que la Armada todavía tenía en servicio. De este modo se constituye la Escuadrilla (o Patrulla) de Aviones Torpederos dotada con 3 Blackburn. El T.3 recibe la matrícula M-NTAC mientras que los T.1 reciben las nuevas matrículas M-NTAA y M-NTAB.

La Escuadrilla participó en las maniobras navales celebradas en 1928 y 1929. A partir de esa fecha empieza ya a notarse el cansancio del material. El 27 de febrero de 1931 el Blackburn ocupado por los tenientes de navío Rafael Romero Conde y Jesús Núñez Rodríguez sufre un incendio del motor en pleno vuelo. El piloto, sin apenas visibilidad, logra capotar en el campo del Prat resultando herido. El aparato quedó totalmente calcinado.

Los Blackburn quedaron relegados a tareas auxiliares, sirviendo en la dirección de Aeronáutica (Madrid) y en el Servicio Fotográfico de la Aeronáutica Naval (San Javier). En verano de 1931 se habían realizado en Gran Bretaña ensayos comparativos entre el Vickers Vildebeest y el Blackburn Ripon Mk.IV para seleccionar un nuevo avión torpedero para la Armada. Resultó seleccionado el Vildebeest y un prototipo dotado con motor Hispano-Suiza llegó a España en 1932 como modelo para la producción nacional de 25 ejemplares. Ese mismo año se daba de baja el último Blackburn español.

Los tres Blackburn habían constituido una excelente escuela que permitiría a la Aviación Naval española entrenar a pilotos en las tácticas de torpedeo y desarrollar una doctrina de uso de este tipo de aparatos que sería la base para que en 1936 España dispusiera de una fuerza de tres escuadrillas de torpederos Vildebeest (una fuerza disuasoria muy a tener en cuenta). El estallido de la Guerra Civil daría al traste con todos estos esfuerzos y en pocos meses la fuerza de aviones torpederos quedaría en nada al utilizarse sus aviones de manera dispersa en frentes terrestres en misiones para las que no habían sido diseñados.

Especificaciones técnicas

Blackburn T.1 Swift
  • Planta motriz: 1 Napier Lion de 450 CV.
  • Envergadura: 14,55 m.
  • Longitud: 10,65 m.
  • Peso vacío: 1.610 kg.
  • Peso máximo: 2.858 kg.
  • Velocidad máxima: 172 km/h.
  • Techo de servicio: 4.500 m.
  • Radio de acción: 565 km.
  • Armamento: 1 torpedo Whitehead de 760 kg.

Blackburn T.3 Velos
  • Planta motriz: 1 Napier Lion V de 450 CV.
  • Envergadura: 14,78 m.
  • Longitud: 10,82 m.
  • Peso vacío: 2.050 kg.
  • Peso máximo: 3.098 kg.
  • Velocidad máxima: 187 km/h.
  • Techo de servicio: 4.298 m.
  • Radio de acción: 481 km.
  • Armamento: 1 torpedo Whitehead de 760 kg. 2 ametralladoras Lewis de 7,95 mm. y 4 bombas de 230 lb. (104 kg.).
Fuente: Enciclopedia de la Aviación Militar Española. Quirón.

Como vemos, la Aeronáutica Naval iniciaba su andadura con el optimismo y ganas naturales en toda joven organización que tiene un largo camino por delante. Pero, aparte de todo lo relatado hasta ahora, el año 1921 iba a deparar todavía una importante novedad.
Esa novedad no era otra que una Estación Transportable de Aeronáutica Naval. El Dedalo. De la Revista General de Marina, Mayo de 1.922, en su apartado Notas Profesionales, sobre el Dedalo se apunta: Notas de Aeronáutica.- En los primeros días del mes actual ha hecho pruebas preliminares en Barcelona el vapor Dédalo.

Pertenecía este buque a la serie de los vapores alemanes incautados por el Estado y con el nombre de España número 6 ha venido prestando servicios al Ministerio de Fomento bajo la dirección de una gerencia nombrada «Gerencia de los buques incautados por el Estado.»

Convino al Ministerio de Marina contar con una estación transportable de Aeronáutica naval, necesidad inexcusable para sus servicios, porque la de concentrar los de una Aeronáutica para operar en sitio determinado de un trozo de costa que puede estar alejado de estación aeronaval y mucho más, cuando como actualmente, carece todavía la Marina de establecimientos de esta índole, requiere atender a su aprovisionamiento, reparaciones de todas clases y almacenamientos.
Esta necesidad vino a satisfacerse con la cesión al Ministerio de Marina por el de Fomento, del vapor España nº 6, que desde ese momento tomó el nombre de Dédalo.

Tuvo lugar la cesión en el mes de Noviembre y, entregado el buque a la Escuela de Aeronáutica naval de Barcelona, comenzaron las obras de transformación a mediados de Diciembre.

El estudio, proyectos, sus tramitaciones laboriosas y las obras hasta conseguir la ejecución de las pruebas preliminares el 1º de Mayo, han requerido, pues, un plazo de cinco meses. Todo ello se ha llevado a efecto por las iniciativas y dirección del coronel de Ingenieros navales D. Jacinto Vez y del capitán de corbeta D. Pedro María Cardona.

El Dédalo, mal nombrado portaaviones, en lo que significa tal denominación como unidad de flota, pues carece de las condiciones de velocidad y otras que son indispensables a tales buques, es como antes decimos una estación transportable de Aeronáutica naval.

La parte a popa de la chimenea se destina a aviación e hidroaviación y la de proa a aerostación.

En la primera cuenta con una cubierta alta, de unos 60 metros próximamente, que sirve para verificar el armado de los aparatos, y prolongada con el ascensor que después citamos queda habilitada para despegar de ella algunos aeroplanos especiales como el Parnall-Panther y quizá los Martinsyde, de caza y reconocimiento rapidísimo. A proa de esta cubierta va instalada una grúa capaz para el manejo de los hidros más pesados como los Fiying Boat F. 3. En las demás cubiertas van establecidos los talleres de aviación y los almacenamientos de cascos, alas, etc., teniendo capacidad para conducir de 20 a 25 hidroaviones de los tipos adoptados hasta la actualidad por nuestra Aeronáutica; Flying Boat F. 3, Savoia 13, Savoia 16 y Macchi 18.
Un enorme ascensor permite la subida de estos aparatos a la cubierta de armado para su alistamiento antes de echarlos al agua. A su vez el ascensor, a la altura de las cubiertas de armado como antes se dijo, de la de talleres o de la de hangar constituye una prolongación que puede ser necesaria para las respectivas atenciones.

El almacenaje con seguridad y la conducción de gasolina están debidamente cuidados.

También a popa lleva locales dispuestos para la guarda y conservación de las bombas de aviación con distintas índoles de carga.

La parte del buque destinada a aerostación cuenta con espacio suficiente para conducir dos dirigibles tipo S. C. A. de 1.500 metros cúbicos y dos globos cautivos A. P. de 1.200 metros cúbicos. Como el buque lleva en su proa un poste de amarre para los dirigibles (es una torreta de celosía, como se ve en el grabado), cabe la posibilidad de navegar con uno amarrado al poste y otro preparado abajo; más es éste un punto que sólo la práctica permitirá decidir y hasta será importante considerar la novísima teoría de que el almacenamiento del dirigible inflado abajo puede constituir un remoto peligro, pero peligro a la postre, debido a la influencia de las estaciones radiotelegráficas propias y extrañas.
Unas baterías de botellas de gas hidrógeno y una pequeña fábrica de producción aseguran en forma suficiente el aprovisionamiento de los globos.

Cuenta el buque con gran número de embarcaciones de motor indispensables para las maniobras de las fuerzas aéreas y como elementos de socorro.

Por último, los alojamientos de dotaciones y muy especialmente del personal aeronavegante han sido objeto del solicito cuidado que merece un personal que, dedicado a tan fatigosa y arriesgada profesión, debe contar con elementos de vida que le compensen, en una mínima parte, esas fatigas y riesgos.

Fotografía nº 1: El Dédalo fondeado en Melilla, durante su primitiva campaña en Marruecos. El dirigible SCA se encuentra sujeto al poste de amarre proel, tras volver de una mision de reconocimiento sobre las posiciones enemigas en la bahía de Alhucemas. (Museo Naval. Colección Aguilera). Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 2: Impresionante vista de la parte delantera del Dédalo. Se aprecia la cubierta del dirigible SCA y la especial forma de la chimenea del buque, debido al apagachispas. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1.922.
Fotografía nº 3: El Dédalo con su cubierta libre de aeronaves. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 4: Al final de sus días. Del libro Los Portaaviones Españoles.

Resumen extraído de Los Portaaviones Españoles, escrito por Camil Busquets, Albert Campanera y Juan Luis Coello, y publicado en Vida Marítima

En abril de 1918 se nombró el primer jefe de la entonces llamada Aviación Naval, el capitán de corbeta Pedro María Cardona Prieto, popularmente conocido por «don Pedro», oficial de sólido prestigio y verdadero «padre» de este nuevo servicio de la Armada Española, al igual que el luego almirante Mateo García de los Reyes lo sería, también por aquellos mismos años, del Arma Submarina.

Durante un largo período de tiempo, el entusiasta C.C. Cardona se dedicó a estudiar y analizar todos los aspectos referidos al futuro servicio aeronaval, realizando diversas comisiones y viajes al extranjero, a fin de estar perfectamente al día del desarrollo de la aviación naval en otros países, recibiendo la colaboración de diversos oficiales de marina que habían obtenido en años anteriores los títulos de piloto u observador de aeroplano.

Por fin, en mayo de 1920 comenzaron las primeras acciones tangibles, al encargarse a los TN Capdevila, Sartorius y Tamayo un estudio sobre el futuro emplazamiento de una escuela de hidros en Cartagena o sus inmediaciones, que terminaría con la elección de San Javier, en el Mar Menor, aunque aquella ambiciosa base aeronaval tardaría aún muchos años en iniciarse.

En septiembre se cambió la denominación oficial de Aviación Naval por la de Aeronáutica Naval, ya que el nuevo servicio iba a disponer también de diversos medios de aerostación. En octubre se con siguieron los primeros créditos para empezar a adquirir material, dos millones de pesetas, comprándose aviones Avro 504 de escuela -capaces para ruedas o flotadores indistintamente-, cazas Martinsyde procedentes de la Aviación Militar e hidroaviones Felixtowe de reconocimiento y bombardeo y Macchi M.18 de escuela, así como hangares portátiles desmontables.

Se eligió la ciudad de Barcelona como sede provisional de la Escuela de Aeronáutica Naval, en espera de hacer realidad la futura base de San Javier –provisionalidad que se prolongaría muchos años más de los previstos por aquel entonces-, montándose las primeras instalaciones en el aeródromo del Prat, lugar conocido también como campo de la Volatería. Por su parte, el Ministerio de la Guerra cedió el hangar del dirigible España, que estaba montado en Cuatro Vientos.
En enero de 1921 comenzó el primer curso para oficiales de la Armada destinados al servicio aeronaval, mientras que en marzo empezó a llegar el material de aviación y aerostación encargado en los meses anteriores. Y llegó aquel 18 de mayo, primer día de vuelo de los oficiales alumnos con sus instructores, que podemos considerar el bautismo del aire de la aviación naval española. El 7 de junio se realizó la primera ascensión en globo libre y el 10 de septiembre en globo cautivo, mes en que pasaron al servicio de la Escuela el destructor Audaz y el antiguo crucero Río de la Plata, incorporándose poco después cinco lanchas motoras adquiridas en Gran Bretaña y rebautizadas como «H- l» a «H-5». Volveremos posteriormente a referirnos a todos ellos.

Fotografía nº 1:  El portaaeronaves Dédalo, con el dirigible semirigido que portaba, junto a varios hidroaviones en cubierta. Anónimo, ca. 1.925. Nº reg. 17.555. Del libro Hombres y Barcos. La Fotografía de la Marina Española en el Museo Naval. (1850-1935).
Fotografía nº 2: Bonita vista del Dédalo. Se aprecia la bodega para estibar los dirigibles S.C.A. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1922.