- AP – 2 unidades
- Avro-Cierva C.30A – 2 unidades
- Avro 504K – 22 unidades
- Avro 504L – 1 unidad
- Blackburn T.1 – 2 unidades
- Blackburn T.3 – 1 unidad
- CASA III – 1 unidad
- CASA-Dornier J Wal y R Super Wal – 10 unidades
- CASA-Vickers Spanish Vildebeest – 27 unidades
- De Havilland DH.60 – 1 unidad
- Felixtowe F.2 – 9 unidades
- Hawker Spanish Osprey – 1 unidad
- Hispano E.30 – 7 unidades
- Hispano HS.34 – 1 unidad
- Macchi M.18 – 16 unidades
- Macchi M.24 – 6 unidades
- Macchi M.41 -
- Martinsyde Buzzard – 12 unidades
- S.C.A. – 2 unidades
- Supermarine Scarab - 12 unidades
- SIAI S.13 – 13 unidades
- SIAI S.16 – 12 unidades
- Savoia-Marchetti S.62 – 41 unidades
- Parnall Panther – 2 unidades
lunes, 5 de agosto de 2013
Número de aparatos de la Aeronáutica Naval
Posted on 18:24 by Administrador
Blackburn T.2 Swift Mk II / T.3 Velos
Posted on 8:35 by Administrador
Blackburn T.1 Swift Mk II, Escuadrilla de Aviones Torpederos. 1927En 1922 la Armada estaba tanteando la posibilidad de adquirir aviones torpederos por lo que en octubre de dicho año envió a Gran Bretaña al teniente de navío Vicente Cervera y Jiménez-Alfaro para presenciar las pruebas de vuelo del avión Blackburn T.1 Swift Mk.II que debían celebrarse en Londres durante el mes de noviembre.
El Swift Mk.II era la versión de
exportación del Blackburn T.1 Swift, un biplano monoplaza de gran tamaño
(14’55 m de envergadura) capaz de lanzar un torpedo Whitehead de 760
kg. El Swift estaba diseñado para poder operar desde portaaviones por lo
que sus alas eran plegables hacia atrás.
El informe de Cervera debió ser positivo
ya que una Real Orden de fecha 17 de marzo de 1923 dispone la concesión
de un crédito de 663.864 pesetas para la adquisición de dos Swift Mk.II a
la Blackburn Aeroplane & Motor Cie.
El 27 de agosto de ese año uno de los
Swift españoles llevó a cabo una impresionante demostración de
lanzamiento de torpedos en el río Humber ante representantes del
Almirantazgo, el Ministerio del Aire británico y comisionados de varios
gobiernos extranjeros (hay que mencionar que el Swift se exportaría
también a EE.UU. y Japón). Al día siguiente se realizarían
satisfactoriamente las pruebas de recepción y los dos torpederos serían
declarados aptos para el servicio por la Armada Española.
En septiembre ambos aparatos serían
embarcados rumbo a Barcelona donde quedarían encuadrados inicialmente en
la Escuela de Aeronáutica Naval, aeródromo del Prat de Llobregat.
Recibieron las matrículas M-NTBA y M-NTBB. En este aeródromo los
instructores británicos convirtieron al nuevo tipo a varios pilotos
navales españoles. Los Swift originales eran aviones monoplazas pero al
parecer para tareas de enseñanza era posible abrir unas trampillas tras
el puesto del piloto donde podía “acomodarse” el instructor. Sin embargo
en las fotografías de los Swift españoles se aprecia claramente la
existencia de un segundo puesto dotado con parabrisas.
Blackburn T.3 Velos en el puerto de Mahón
En julio de 1927 se aprueba la
adquisición de un tercer torpedero Blackburn. Se trataba de un Blackburn
T.3 Velos, un desarrollo del T.2 Dart que a su vez derivaba del T.1
Swift. A diferencia de sus predecesores el Velos había sido diseñado
como hidroavión (aunque los flotadores podían ser fácilmente
reemplazados por un tren de ruedas). El Velos era un aparato más
polivalente que el Swift ya que, además de en tareas de torpedeo podía
emplearse como bombardero (4 bombas de 230 lb.) y como aparato de
reconocimiento, para lo que disponía de un puesto de observador dotado
de doble mando y dos ametralladoras Lewis de 7,95 mm. sobre afuste de
anillo Scarff. Junto con el Velos se adquieren dos juegos de flotadores
con los que equipar a los Swift que la Armada todavía tenía en servicio.
De este modo se constituye la Escuadrilla (o Patrulla) de Aviones
Torpederos dotada con 3 Blackburn. El T.3 recibe la matrícula M-NTAC
mientras que los T.1 reciben las nuevas matrículas M-NTAA y M-NTAB.
La Escuadrilla participó en las maniobras
navales celebradas en 1928 y 1929. A partir de esa fecha empieza ya a
notarse el cansancio del material. El 27 de febrero de 1931 el Blackburn
ocupado por los tenientes de navío Rafael Romero Conde y Jesús Núñez
Rodríguez sufre un incendio del motor en pleno vuelo. El piloto, sin
apenas visibilidad, logra capotar en el campo del Prat resultando
herido. El aparato quedó totalmente calcinado.
Los Blackburn quedaron relegados a tareas
auxiliares, sirviendo en la dirección de Aeronáutica (Madrid) y en el
Servicio Fotográfico de la Aeronáutica Naval (San Javier). En verano de
1931 se habían realizado en Gran Bretaña ensayos comparativos entre el
Vickers Vildebeest y el Blackburn Ripon Mk.IV para seleccionar un nuevo
avión torpedero para la Armada. Resultó seleccionado el Vildebeest y un
prototipo dotado con motor Hispano-Suiza llegó a España en 1932 como
modelo para la producción nacional de 25 ejemplares. Ese mismo año se
daba de baja el último Blackburn español.
Los tres Blackburn habían constituido una
excelente escuela que permitiría a la Aviación Naval española entrenar a
pilotos en las tácticas de torpedeo y desarrollar una doctrina de uso
de este tipo de aparatos que sería la base para que en 1936 España
dispusiera de una fuerza de tres escuadrillas de torpederos Vildebeest
(una fuerza disuasoria muy a tener en cuenta). El estallido de la Guerra
Civil daría al traste con todos estos esfuerzos y en pocos meses la
fuerza de aviones torpederos quedaría en nada al utilizarse sus aviones
de manera dispersa en frentes terrestres en misiones para las que no
habían sido diseñados.
Especificaciones técnicas
Blackburn T.1 Swift
- Planta motriz: 1 Napier Lion de 450 CV.
- Envergadura: 14,55 m.
- Longitud: 10,65 m.
- Peso vacío: 1.610 kg.
- Peso máximo: 2.858 kg.
- Velocidad máxima: 172 km/h.
- Techo de servicio: 4.500 m.
- Radio de acción: 565 km.
- Armamento: 1 torpedo Whitehead de 760 kg.
Blackburn T.3 Velos
- Planta motriz: 1 Napier Lion V de 450 CV.
- Envergadura: 14,78 m.
- Longitud: 10,82 m.
- Peso vacío: 2.050 kg.
- Peso máximo: 3.098 kg.
- Velocidad máxima: 187 km/h.
- Techo de servicio: 4.298 m.
- Radio de acción: 481 km.
- Armamento: 1 torpedo Whitehead de 760 kg. 2 ametralladoras Lewis de 7,95 mm. y 4 bombas de 230 lb. (104 kg.).
Fuente: Enciclopedia de la Aviación Militar Española. Quirón.
Categories: Aviación Naval, Enseñanza, Torpederos
El Dédalo - La Estación Transportable de Aeronáutica Naval (y 2)
Posted on 7:55 by Administrador
Como vemos, la Aeronáutica Naval iniciaba
su andadura con el optimismo y ganas naturales en toda joven
organización que tiene un largo camino por delante. Pero, aparte de todo
lo relatado hasta ahora, el año 1921 iba a deparar todavía una
importante novedad.
Esa novedad no era otra que una Estación Transportable de Aeronáutica Naval. El Dedalo. De la Revista General de Marina, Mayo de 1.922, en su apartado Notas Profesionales, sobre el Dedalo se apunta: Notas de Aeronáutica.- En los primeros días del mes actual ha hecho pruebas preliminares en Barcelona el vapor Dédalo.
Esa novedad no era otra que una Estación Transportable de Aeronáutica Naval. El Dedalo. De la Revista General de Marina, Mayo de 1.922, en su apartado Notas Profesionales, sobre el Dedalo se apunta: Notas de Aeronáutica.- En los primeros días del mes actual ha hecho pruebas preliminares en Barcelona el vapor Dédalo.
Pertenecía este buque a la serie de los
vapores alemanes incautados por el Estado y con el nombre de España
número 6 ha venido prestando servicios al Ministerio de Fomento bajo la
dirección de una gerencia nombrada «Gerencia de los buques incautados
por el Estado.»
Convino al Ministerio de Marina contar
con una estación transportable de Aeronáutica naval, necesidad
inexcusable para sus servicios, porque la de concentrar los de una
Aeronáutica para operar en sitio determinado de un trozo de costa que
puede estar alejado de estación aeronaval y mucho más, cuando como
actualmente, carece todavía la Marina de establecimientos de esta
índole, requiere atender a su aprovisionamiento, reparaciones de todas
clases y almacenamientos.
Esta necesidad vino a satisfacerse con la
cesión al Ministerio de Marina por el de Fomento, del vapor España nº 6, que desde ese momento tomó el nombre de Dédalo.
Tuvo lugar la cesión en el mes de
Noviembre y, entregado el buque a la Escuela de Aeronáutica naval de
Barcelona, comenzaron las obras de transformación a mediados de
Diciembre.
El estudio, proyectos, sus tramitaciones
laboriosas y las obras hasta conseguir la ejecución de las pruebas
preliminares el 1º de Mayo, han requerido, pues, un plazo de cinco
meses. Todo ello se ha llevado a efecto por las iniciativas y dirección
del coronel de Ingenieros navales D. Jacinto Vez y del capitán de
corbeta D. Pedro María Cardona.
El Dédalo, mal nombrado portaaviones, en
lo que significa tal denominación como unidad de flota, pues carece de
las condiciones de velocidad y otras que son indispensables a tales
buques, es como antes decimos una estación transportable de Aeronáutica
naval.
La parte a popa de la chimenea se destina a aviación e hidroaviación y la de proa a aerostación.
En la primera cuenta con una cubierta
alta, de unos 60 metros próximamente, que sirve para verificar el armado
de los aparatos, y prolongada con el ascensor que después citamos queda
habilitada para despegar de ella algunos aeroplanos especiales como el
Parnall-Panther y quizá los Martinsyde, de caza y reconocimiento
rapidísimo. A proa de esta cubierta va instalada una grúa capaz para el
manejo de los hidros más pesados como los Fiying Boat F. 3. En las demás
cubiertas van establecidos los talleres de aviación y los
almacenamientos de cascos, alas, etc., teniendo capacidad para conducir
de 20 a 25 hidroaviones de los tipos adoptados hasta la actualidad por
nuestra Aeronáutica; Flying Boat F. 3, Savoia 13, Savoia 16 y Macchi 18.
Un enorme ascensor permite la subida de
estos aparatos a la cubierta de armado para su alistamiento antes de
echarlos al agua. A su vez el ascensor, a la altura de las cubiertas de
armado como antes se dijo, de la de talleres o de la de hangar
constituye una prolongación que puede ser necesaria para las respectivas
atenciones.
El almacenaje con seguridad y la conducción de gasolina están debidamente cuidados.
También a popa lleva locales dispuestos para la guarda y conservación de las bombas de aviación con distintas índoles de carga.
La parte del buque destinada a aerostación cuenta con espacio suficiente para conducir dos dirigibles tipo S. C. A. de 1.500 metros cúbicos y dos globos cautivos A. P. de 1.200 metros cúbicos. Como el buque lleva en su proa un poste de amarre para los dirigibles (es una torreta de celosía, como se ve en el grabado), cabe la posibilidad de navegar con uno amarrado al poste y otro preparado abajo; más es éste un punto que sólo la práctica permitirá decidir y hasta será importante considerar la novísima teoría de que el almacenamiento del dirigible inflado abajo puede constituir un remoto peligro, pero peligro a la postre, debido a la influencia de las estaciones radiotelegráficas propias y extrañas.
Unas baterías de botellas de gas
hidrógeno y una pequeña fábrica de producción aseguran en forma
suficiente el aprovisionamiento de los globos.
Cuenta el buque con gran número de
embarcaciones de motor indispensables para las maniobras de las fuerzas
aéreas y como elementos de socorro.
Por último, los alojamientos de
dotaciones y muy especialmente del personal aeronavegante han sido
objeto del solicito cuidado que merece un personal que, dedicado a tan
fatigosa y arriesgada profesión, debe contar con elementos de vida que
le compensen, en una mínima parte, esas fatigas y riesgos.
Fotografía nº 1: El Dédalo fondeado en Melilla, durante su primitiva campaña en Marruecos. El dirigible SCA se encuentra sujeto al poste de amarre proel, tras volver de una mision de reconocimiento sobre las posiciones enemigas en la bahía de Alhucemas. (Museo Naval. Colección Aguilera). Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 2: Impresionante vista de la parte delantera del Dédalo. Se aprecia la cubierta del dirigible SCA y la especial forma de la chimenea del buque, debido al apagachispas. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1.922.
Fotografía nº 3: El Dédalo con su cubierta libre de aeronaves. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 4: Al final de sus días. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 1: El Dédalo fondeado en Melilla, durante su primitiva campaña en Marruecos. El dirigible SCA se encuentra sujeto al poste de amarre proel, tras volver de una mision de reconocimiento sobre las posiciones enemigas en la bahía de Alhucemas. (Museo Naval. Colección Aguilera). Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 2: Impresionante vista de la parte delantera del Dédalo. Se aprecia la cubierta del dirigible SCA y la especial forma de la chimenea del buque, debido al apagachispas. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1.922.
Fotografía nº 3: El Dédalo con su cubierta libre de aeronaves. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Fotografía nº 4: Al final de sus días. Del libro Los Portaaviones Españoles.
Resumen extraído de Los Portaaviones Españoles, escrito por Camil Busquets, Albert Campanera y Juan Luis Coello, y publicado en Vida Marítima
El Dédalo - La Estación Transportable de Aeronáutica Naval (1)
Posted on 0:08 by Administrador
En abril de 1918 se nombró el primer jefe de la entonces llamada Aviación Naval, el capitán de corbeta Pedro María Cardona Prieto, popularmente conocido por «don Pedro», oficial de sólido prestigio y verdadero «padre» de este nuevo servicio de la Armada Española, al igual que el luego almirante Mateo García de los Reyes lo sería, también por aquellos mismos años, del Arma Submarina.
Durante un largo período de tiempo, el
entusiasta C.C. Cardona se dedicó a estudiar y analizar todos los
aspectos referidos al futuro servicio aeronaval, realizando diversas
comisiones y viajes al extranjero, a fin de estar perfectamente al día
del desarrollo de la aviación naval en otros países, recibiendo la
colaboración de diversos oficiales de marina que habían obtenido en años
anteriores los títulos de piloto u observador de aeroplano.
Por fin, en mayo de 1920 comenzaron las primeras acciones tangibles, al encargarse a los TN Capdevila, Sartorius y Tamayo un estudio sobre el futuro emplazamiento de una escuela de hidros en Cartagena o sus inmediaciones, que terminaría con la elección de San Javier, en el Mar Menor, aunque aquella ambiciosa base aeronaval tardaría aún muchos años en iniciarse.
En septiembre se cambió la denominación oficial de Aviación Naval por la de Aeronáutica Naval, ya que el nuevo servicio iba a disponer también de diversos medios de aerostación. En octubre se con siguieron los primeros créditos para empezar a adquirir material, dos millones de pesetas, comprándose aviones Avro 504 de escuela -capaces para ruedas o flotadores indistintamente-, cazas Martinsyde procedentes de la Aviación Militar e hidroaviones Felixtowe de reconocimiento y bombardeo y Macchi M.18 de escuela, así como hangares portátiles desmontables.
Se eligió la ciudad de Barcelona como sede provisional de la Escuela de Aeronáutica Naval, en espera de hacer realidad la futura base de San Javier –provisionalidad que se prolongaría muchos años más de los previstos por aquel entonces-, montándose las primeras instalaciones en el aeródromo del Prat, lugar conocido también como campo de la Volatería. Por su parte, el Ministerio de la Guerra cedió el hangar del dirigible España, que estaba montado en Cuatro Vientos.
Por fin, en mayo de 1920 comenzaron las primeras acciones tangibles, al encargarse a los TN Capdevila, Sartorius y Tamayo un estudio sobre el futuro emplazamiento de una escuela de hidros en Cartagena o sus inmediaciones, que terminaría con la elección de San Javier, en el Mar Menor, aunque aquella ambiciosa base aeronaval tardaría aún muchos años en iniciarse.
En septiembre se cambió la denominación oficial de Aviación Naval por la de Aeronáutica Naval, ya que el nuevo servicio iba a disponer también de diversos medios de aerostación. En octubre se con siguieron los primeros créditos para empezar a adquirir material, dos millones de pesetas, comprándose aviones Avro 504 de escuela -capaces para ruedas o flotadores indistintamente-, cazas Martinsyde procedentes de la Aviación Militar e hidroaviones Felixtowe de reconocimiento y bombardeo y Macchi M.18 de escuela, así como hangares portátiles desmontables.
Se eligió la ciudad de Barcelona como sede provisional de la Escuela de Aeronáutica Naval, en espera de hacer realidad la futura base de San Javier –provisionalidad que se prolongaría muchos años más de los previstos por aquel entonces-, montándose las primeras instalaciones en el aeródromo del Prat, lugar conocido también como campo de la Volatería. Por su parte, el Ministerio de la Guerra cedió el hangar del dirigible España, que estaba montado en Cuatro Vientos.
En enero de 1921 comenzó el primer curso
para oficiales de la Armada destinados al servicio aeronaval, mientras
que en marzo empezó a llegar el material de aviación y aerostación
encargado en los meses anteriores. Y llegó aquel 18 de mayo, primer día
de vuelo de los oficiales alumnos con sus instructores, que podemos
considerar el bautismo del aire de la aviación naval española. El 7 de
junio se realizó la primera ascensión en globo libre y el 10 de
septiembre en globo cautivo, mes en que pasaron al servicio de la
Escuela el destructor Audaz y el antiguo crucero Río de la Plata,
incorporándose poco después cinco lanchas motoras adquiridas en Gran
Bretaña y rebautizadas como «H- l» a «H-5». Volveremos posteriormente a
referirnos a todos ellos.
Fotografía nº 1: El portaaeronaves Dédalo, con el dirigible semirigido que portaba, junto a varios hidroaviones en cubierta. Anónimo, ca. 1.925. Nº reg. 17.555. Del libro Hombres y Barcos. La Fotografía de la Marina Española en el Museo Naval. (1850-1935).
Fotografía nº 2: Bonita vista del Dédalo. Se aprecia la bodega para estibar los dirigibles S.C.A. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1922.
Fotografía nº 1: El portaaeronaves Dédalo, con el dirigible semirigido que portaba, junto a varios hidroaviones en cubierta. Anónimo, ca. 1.925. Nº reg. 17.555. Del libro Hombres y Barcos. La Fotografía de la Marina Española en el Museo Naval. (1850-1935).
Fotografía nº 2: Bonita vista del Dédalo. Se aprecia la bodega para estibar los dirigibles S.C.A. De la revista Ibérica. El Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX. Tomo 2º. Vol. XVIII. Num.434, de 1º de julio de 1922.
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